
Dar al cliente la importancia que merece, significa proporcionar un servicio de calidad, el cual se reflejar en el desempeño y las actitudes de las personas que laboran en el negocio, de su compromiso para atender de la mejor manera a los clientes.
Los clientes toman la decisión de comprar un bien o adquirir un servicio en función de su calidad, variedad, precio, presentación, utilidad, etcétera. Y también consideran las características del negocio, esto es, presentación, atención que brindan, confiabilidad, garantía, disponibilidad de los bienes y servicios en todo momento, entre otras.
Para saber cómo satisfacer las necesidades de los clientes es preciso conocer las causas por las que adquieren los bienes y servicios, conocer lo que motiva los cambios en sus preferencias. El conocimiento de nuestros clientes es crucial para el negocio.
Los clientes dependerá en gran medida la reputación del negocio. Si se ofrece algo que no va encontrar o se le promete lo que de antemano sabemos que no sucederá, entonces perderá la confianza y no regresará. Esto causará que el negocio se vaya a pique junto con nuestras esperanzas y esfuerzos.
La personalidad de tu negocio es aquella que tú le imprimes. Si proyectas dinamismo, gusto por lo que haces, eficacia, calidad, y amabilidad, los clientes sentirán que están en un lugar donde se hacen bien las cosas y vale la pena comprar.




